Sois muchos los que nos estáis contactando por correo electrónico o por teléfono para preguntar qué tenéis que hacer respecto al coronavirus. Intentaré hacer una explicación más genérica y unas medidas más concretas.
La primera cuestion es organizativa. Es muy probable que en las siguientes semanas se produzcan restricciones de visitas, anulaciones, contagios del personal, cuarentenas y demás problemas. Eso, obviamente, va a alterar mucho las agendas. Aunque todavia no podemos formalizarlo, es probable que en los próximos dias comencemos a intentar realizar el mayor numero de visitas «virtuales» posibles. Todas aquellas que sean para renovar tratamiento y en las que no haya grandes cambios. En un contexto de restriccion de movilidad no tienen sentido las visitas de rutina presenciales. Cribaremos de antemano las visitas que si o sí han de ser presenciales e iremos informando. Insisto, esto no es oficial, pero es muy probable que comiencen a suceder reorganizaciones de agenda, recolocacion de profesionales y demás alteraciones y queremos avanzarnos y pediros paciencia. Hay una emergencia sanitaria en marcha y los recursos se utilizarán de la forma más racional posible.
El SARS-CoV2 es un virus muy parecido a otros virus con los que ya tenemos contacto habitualmente como puede ser, salvando las distancias, el virus de la gripe. Eso no quiere decir que la facilidad de contagiarse o la mortalidad sean las mismas. Se trata de un virus que parece más contagioso que la gripe y en las poblaciones de edad avanzada, causa más mortalidad que la gripe con los datos que disponemos hasta ahora. Aún así la tasa de complicaciones, particularmente en gente joven, es muy baja.
Aunque es un virus muy reciente, ya han aparecido artículos con muchos pacientes describiendo qué pacientes tienen más riesgo de complicarse. Básicamente se trata de la edad avanzada y con otras enfermedades (particularmente diabetes e hipertensión arterial). Los estudios que se han publicado hasta ahora son muy preliminares pero no hay ninguna alerta especial respecto a los pacientes inmunosuprimidos, ni de esclerosis múltiple ni de otras enfermedades, como transplantados, enfermedades reumatológicas, etc. Es decir, que las recomendaciones oficiales son válidas también para los pacientes con EM. Algunos grupos (el grupo italiano de esclerosis múltiple y la MSTrust de Reino Unido) han publicado algunas recomendaciones pero ninguna de ellas propone cambios drásticos en la forma de hacer las cosas.
Que no haya recomendaciones concretas no quiere decir que no se puedan hacer algunas consideraciones:
- Una primera consideración es que cuando hablamos del SARS-CoV2 tenemos que pensar en si es importante en términos individuales (es decir, si el virus es importante para mí en concreto) o en términos generales. La importancia de este virus radica, sobre todo, en su importancia en términos generales, epidemiológicos. Mucha gente infectada simultáneamente, por bajo que sea el numero de complicaciones, hace que haya un problema importantísimo de salud pública. Imaginad que el 10% de la población estuviera a la vez ingresada en una UCI. Eso seria imposible. De ahí que todas las restricciones que se están imponiendo son para evitar el contagio por este motivo más general, más poblacional. Se trata de que los contagios sean lo más lentos posibles para no colapsar el sistema.
- Cuando hablamos en términos individuales (“¿es importante este virus para mí en concreto”?, este virus también es importante, pero no mucho más que otros, si no se tienen los factores de riesgo ya descritos arriba (al menos con la información que tenemos ahora). Es decir, que aunque hay que ser prudente, en términos individuales, este virus no es peor que la neumonía común (Streptococcus pneumoniae) o que algunos de los herpes (citomegalovirus, varicela…).
- Respecto al contagio. Evidentemente se ha de evitar a toda costa, pero también asumiendo que, como la gripe, este contagio puede ser inevitable. El objetivo es no contagiarse, pero sabiendo que contagiarse es probable y que no necesariamente (en la grandísima mayoría de los casos) va a suponer un problema.
- Muchos preguntáis respecto al entorno laboral. Cada tarea y cada trabajo es distinta. En los trabajos que no impliquen situaciones concretas de riesgo no deben tomarse medidas especiales. Las medidas higiénicas que ya hemos descrito en el anterior comunicado. Aquellos con trabajos en el ámbito sanitario o en contacto con enfermos deberían consultar en Salud Laboral de su centro si su tratamiento y puesto de trabajo son adecuados.
- Finalmente, el ultimo apunte, respecto a los tratamientos. No todos los tratamientos ni pacientes son iguales. Como regla general, todos los pacientes llevan tratamiento porque la enfermedad merece ese tratamiento. Es decir, la enfermedad es una certeza, contra la posibilidad incierta de contagiarse por un virus que, por otro lado, no se ha relacionado con peor pronóstico en pacientes inmunosuprimidos. O por decirlo de otro modo, no tiene sentido que por un hipotético menor riesgo de contagio, asumamos un riesgo alto de tener un brote que nos cause invalidez, especialmente si el virus no es muy agresivo. Esta actitud es la misma que están adoptando otros profesionales (los que trabajan con transplantes, reumatológicos, etc). Concretando respecto a cada tratamiento:
- Los pacientes en tratamiento con interferón beta (Avonex, rebif, Betaferon, Extavia), acetato de glatiramero (Copaxone o Acetato de Glatiramero Mylan), teriflunomida (Aubagio) o dimetilfumarato (Tecfidera) no tienen que tener ninguna precaución especial. Estos fármacos determinan muy poca alteración de las defensas y no hay motivos para una preocupación extra.
- Los pacientes en tratamiento con natalizumab tampoco deberían preocuparse. No se ha descrito alteración neurológica por el virus y las defensas del resto del cuerpo permanecen intactas con natalizumab.
- Los pacientes en tratamiento con fingolimod (Gilenya), es probable que tuvieran un cierto incremento del riesgo de infecciones víricas e incluso que estas fueran más graves que en la población general. Sin embargo, el riesgo de dejar el fingolimod y hacer un rebote de la enfermedad es, probablemente, muy superior al de hacer complicaciones por el coronavirus. Por tanto, tampoco recomendaríamos cambios.
- El ocrelizumab (Ocrevus) y Rituximab bajan un tipo de defensa (los linfocitos B) que no son los fundamentales para luchar contra los virus (que se eliminan más por los linfocitos T). Aunque la inmunidad puede verse claramente afectada, de nuevo, no parece que las células T que combaten los virus se vayan a ver muy afectadas y, por tanto, tampoco estaría justificado, a priori, hacer modificaciones de la terapia.
- Respecto al tratamiento con ciclofosfamida, alemtuzumab (Lemtrada) y clardibrina (Mavenclad) lo más prudente sería no hacer nuevas dosis durante la pandemia salvo en aquellos pacientes que ya hayan empezado el ciclo de tratamiento. Demorar la administración dependerá, por otro lado del balance riesgo/beneficio. Si una enfermedad está muy activa y requiere de tratamiento el sentido común dice que parar su actividad va por delante del riesgo de contagiarse por el coronavirus.
- Todos los demás tratamientos (para la espasticidad, dolor, etc) no afectan al riesgo del coronavirus.
En resumen, si bien hay que estar algo más alerta, particularmente para evitar el contagio, exactamente como en el resto de la población, no se han de hacer medidas excepcionales y, en cualquier caso, todas se resumen en las recomendaciones que hacíamos cuando no había coronavirus: si hay un empeoramiento neurológico o hay un cuadro infeccioso que no es habitual, consultar con nosotros. Y, por supuesto, seguir las recomendaciones generales que se proponen para la poblacion general.
http://canalsalut.gencat.cat/ca/salut-a-z/c/coronavirus-2019-ncov/
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/ciudadania.htm
En cualquier caso, esperemos, por el bien de todos, que pase pronto.
8 Comentarios
Hola buenas, voy a cambiar de medicacion y la verdad que me da miedo por dos motivos.
Que me de algún brote en el transcurso del cambio, como ya me pasó en el cambio a Aubagio.
Y la otra que la nueva medicación me baje las defensas y me contagie con la que esté cayendo.
Hola Jorge. Si nosotros os proponemos cambios es porque creemos que vais a ir mejor así. De todas formas no comentéis vuestros casos concretos en la web. Hacedlo en visita o por tlf o por email.
Hola, a mí me tocaba empezar este mes de marzo un segundo ciclo con clardibrina. He de parar el tratamiento?
Los que ya habéis empezado tenéis que seguir igual. De todas formas, utilizad la web como sitio de información general, no para consultas específicas de vuestra enfermedad. Para eso tenéis la consulta, el mail y el tlf
Gracias por este explicativo post. Me pregunto si tienen alguna recomendación (genérica) sobre el medicamento Humira (adalimumab) de cara a la situación de la epidemia de coronavirus.
Muchas gracias.
Hola. Nosotros no prescribimos ese fármaco, que se utiliza en otras enfermedades, pero la los reumatologos, que son los que más lo prescriben, recomiendan cosas muy similares a las que proponemos nosotros. En el enlace siguiente lo explican https://www.ser.es/el-coronavirus-covid-19-y-los-pacientes-con-enfermedades-reumaticas/
Hola, buenas noches, Antes de nada, quisiera darle las gracias por la información que nos ha dado, es un lujo poder dirigirnos a usted, con nuestras dudas y preocupaciones.
Paso a exponerle mi caso particular. A mi hijo le tocan las inmunoglobulinas la semana del 23 de marzo, además está con corticoides en descenso, pero con dosis, aún, medias altas 65mg / día. Las personas que están con este tipo de tratamientos tienen alguna recomendación especial?
Muchas gracias.
Raquel
Las inmunoglobulinas no bajan las defensas así que no deberían ser problemáticas. Los corticoides las bajan pero, de nuevo, no se han descrito complicaciones adicionales en pacientes en tratamiento con corticoides.